¡Tumaco, sabrosa tierra caliente! se prepara para los Carnavales del Fuego, del 11 al 16 de febrero, la gente debe estar pendiente del talco –o harina que llaman los costeños, de los cantantes que se presentarán, de las reinas o de la pinta carnavalesca. Mientras tanto yo, una tumaqueña que vive ahora a 12 grados bajo cero, desde la semana pasada empecé a ver unos corre-corres que, por supuesto, nada tienen que ver con el Carnaval del Fuego y se parecen más bien a los afanes de Navidad.
-¿De qué se trata todo este alboroto?- me pregunté, -¿por qué hay tanto rojo por todo lado?- pensé que se trataba de los albores de la fiesta de San Valentín, el equivalente al día de amor y amistad en Colombia pero que se celebra el 14 de febrero. No me equivoqué, aunque si me quedé corta, el rojo, además de la fiesta de amor, también está preparando a la gente para la celebración del Año Nuevo Chino, que por coincidencia se celebrará el mismo 14 de febrero este año. Exagero si digo que la sensación en el ambiente es igual a la decembrina, pero si se le parece, de ese ambiente y de la navidad y el fin de año canadiense sí que tuve una buena prueba.
Para el 24 y el 31 de diciembre mi deseo era poder celebrar al estilo canadiense y, después de todo, lo hice. Terminamos celebrando el 24 de diciembre en casa de nuestra profesora de inglés, con su hijo de 12, con su esposo y un amigo suyo cuyo sueño es poder visitar al menos 100 países a lo largo de su vida, de los cuales ya ha visitado 62.
Al igual que en Tumaco, la misma pregunta me asaltó ¿qué me pongo el 24? Hice lo mismo de siempre y al final terminé vestida como yo creí era conforme a la ocasión. Mi profe nos recogió a las 7:30 p.m para ir a misa, ella y su familia estaban vestidos de una manera muy sobria, de un rojo sobrio, pensé que yo estaba igual… cuando llegamos a la iglesia, noté como cada una de las personas que encontraba en el camino iba vestida de rojo, hombres y mujeres, niños y niñas. Tan de rojo estaban que mi camisa blanca resaltaba en medio de las pocas luces de la iglesia, me preguntaba si vestirse de rojo era algo parecido a esa costumbre de ponerse calzones amarillos para recibir el nuevo año -yo hace ratos que no encuentro pantis amarillos para ese día, pero una blusa roja si me hubiese podido conseguir- reflexioné en ese momento.
La misa fue como todas las misas a las que he asistido acá, que no son iguales a las de allá, con la salvedad de que hacen la representación del nacimiento, sin pesebre, y le cantan el Feliz Cumpleaños a Jesús al final. Cuando terminó la misa, estaba preparada para desearle Feliz Navidad a todo el que pudiera, sin embargo, nadie intercambio esos deseos, mi profe nos indicó que saliéramos hasta donde estaba el carro y yo me quedé con los Merry Christmas listos.
Al llegar a su casa, una casa canadiense típica, adornada con un árbol de navidad de verdad -es decir con un pino natural y verdadero- muchas luces y sin pesebre, nos quitamos las chaquetas y los zapatos, conversamos durante una hora de múltiples temas y luego pasamos a la mesa. La mesa estaba servida como para una foto, y yo no tenía mi cámara, había unos 20 platos que contenían desde galletas de jengibre hasta bocaditos de un salmón crudo que aún no me he acostumbrado a comer. Después de un rato en la mesa y de comer todos esos manjares, -aclaro, esto no era una cena, sólo nos habían invitado a tomar un té- empezamos a hablar de las costumbres navideñas en Colombia y en Canadá. Esa fue la oportunidad perfecta para preguntar por qué andaban casi todos uniformados de rojo y por qué no se desean Feliz Navidad.
-¿Uniformados? Jajaja No, no, no ¿qué acaso no se visten de rojo el 24 en Colombia?- dijo mi profe –el rojo representa la sangre de Cristo, que nos hizo un regalo precioso naciendo para morir por nosotros. Me reí mentalmente, yo pensando que era alguna tradición para llamar a la buena suerte, una vez más, no todo es como yo me lo imagino.
-Feliz Navidad nos deseamos mañana, es que el día especial es mañana, el 25 de diciembre- respondió el esposo de mi profe a mi otra pregunta. Entonces, si el día especial sería el siguiente ¿qué estábamos celebrando en ese momento?
Como adivinando mi pregunta, la profe dijo: -El 24 sólo es la noche previa a la navidad, después de la media noche es ya navidad para nosotros, pero la celebración la empezamos en la mañana del 25, es ahí cuando destapamos los regalos y después tenemos una gran comida navideña.
A nosotros nos dieron regalos en ese momento porque no íbamos a estar con ellos el 25, con los regalos nos entregaron también una carta que por tradición intercambian con los familiares y amigos, ellos la llaman algo así como “Carta Navideña”, en esa carta hacían un recuento/balance de lo que fue el año que estaba por terminar, destacando sus logros más importantes.
Volvimos a la casa cerca de la media noche, en el camino de regreso no se veía ni una sola alma en las calles, sólo las luces navideñas y nosotros en un taxi. En la casa, algunos amigos nos habían dejado regalos al pie de la puerta, todo el mundo le da regalos a todo el mundo acá. Nos fuimos a la cama después de destapar los regalos, no nos bailamos ni una sola pieza, pero yo había tenido mi parte del 24 canadiense.
El 31 nos fuimos para Toronto, que está a unos 50 minutos de la ciudad en la que vivo y en dónde parecía que la vida se hubiese detenido, no se miraba ni una ardilla. En Toronto, por el contrario, todo estaba como en un sábado de diciembre alrededor de El Puente de El Morro, no era que se notara que era 31, podía ser un sábado o viernes cualquiera, pero si había mucha más gente que en Burlington.
Cinco minutos antes de las doce, en la disco en la que estabamos, no pusieron el tradicional “faltan cinco pa las doce, el año va a terminar…” Diez segundos antes de la media noche, todos coreamos el conteo regresivo, no el de Gilberto Santa Rosa, ese lo van a corear el 12 de febrero en Tumaco. Y después del 10, 9, 8…2, 1, 0 es tradición besar a alguien justo a la medianoche, mucha gente se besó en ese momento, luego nos deseamos Feliz Año Nuevo con la pareja de amigos con la que andábamos y… ¡listo, se acabo diciembre con su alegría y el 2009! Yo me quedé con mis Happy New Year listos, sólo utilicé tres esa noche.
Después pensaba, para el próximo fin de año, voy a desearles Feliz Año a cada uno de los vecinos de mi barrio y a cada persona que me encuentre en el trayecto, pero… ¿tengo ahora la oportunidad de hacerlo? ¡El 13 de febrero es fin de año de nuevo, ¡es el fin del año chino! ¿Cómo lo celebrarán aquí en Canadá? Ya me veo con la boca abierta otra vez.
Feliz Año Nuevo chino y Felices Carnavales del Fuego ¡¡¡Tradición que se vive con Pasión!!!
jajajajaj yancy que divertido!!!
hola querida que gusto saber de ti , me encanta que estes bien pero me gustaria que estuvieras en tumaco para que estuvieras al tanto de el carnaval de fuego , jajjaja un beso cuidate
jajaj tia yo no habia leido esto pero debió ser una linda experiencia